Río Paraná, Puerto de Buenos Aires y Ley Ómnibus: Llamado a la Profesionalización de la Gestión Pública.
El acaecimiento del buque May, de
bandera liberiana que el domingo 28 impactó contra el Puente Zárate Brazo Largo,
más allá que se trata de un hecho que no
tiene que ver con el estado de la vía navegable, ya que sufrió un desperfecto en
su timón y la consecuente pérdida de gobierno del barco produjo el impacto de
costado contra uno de los pilotes del Puente Bartolomé Mitre, reedita un debate
que viene in crescendo, sobre la situación de nuestro sistema logístico por
agua (vías navegables, puertos, marina mercante e industria naval) y la verdad
es que hay que celebrar esta discusión, porque Argentina representa el 5° litoral
fluviomarímo del mundo, asumamos esta enorme ventaja de una vez por todas, tenemos
que lograr un cambio en la forma de gestionar las áreas de gobierno que
administran estas actividades, profesionalizarlas con equipos, presupuesto y
continuidad.
Se están conociendo las ultimas
designaciones en cargos políticos, en el estado nacional y las Provincias y vemos
con preocupación que continúa la modalidad de reparto o loteo como se dice
actualmente, por agrupación política, padrinazgo empresario o sugerencia de
alguna personalidad influyente. El 8 de enero, el nuevo gobierno designó como interventor
de la Administración General de Puertos (AGP) a un abogado que proviene del
grupo Blaquier. También el gobierno bonaerense está cambiando los presidentes
de los consorcios de gestión en puertos de Bahía Blanca, Mar del Plata, Quequén
y San pedro; a todos estos funcionarios los atraviesa la misma característica,
ninguno evidencia en su CV, expertise en la actividad logística.
Esta forma de gobernar tiene
consecuencias negativas que repercuten en la economía nacional, porque
involucra a la logística del sistema productivo argentino, al comercio exterior
e interior y los desaciertos se reflejan en precios de góndola y caída de las
exportaciones. A continuación, un breve historial de actos administrativos que
se sucedieron en los últimos 8 años, que acentuaron asimetrías, obsolescencia
infraestructural, falta de competitividad y caída de posicionamiento regional y
global:
El segundo proceso licitatorio de la historia del puerto de
Buenos Aires comenzó en diciembre de 2016 y demandó 3 Decretos (1295/2016 – 870/18
y 299/2023) de dos Presidentes de distintos partidos políticos, siete Resoluciones
de 4 Ministros de Transporte (64/18 -1064 /18 -
256/19 – 65/20 – 120/20 – 346/21 y 193/22) y cinco Resoluciones de 2
interventores de la Administración General de Puertos (129/2016 – 169/17 - 61/19 -
117/19 y 174/19), judicialización de la terminal 5 en el medio. Todo
para que finalmente se prorroguen las concesiones de TRP y T4, quien sabe hasta
cuándo. Conclusión: 15 actos administrativos en 4 años, no impidieron que el
puerto hub argentino cayera al puesto 9 del ranking latinoamericano, detrás de
Kingston Jamaica y como si fuera poco, no para de perder carga contenedorizada
a manos del puerto de Montevideo Uruguay.
El dragado y balizamiento del Río Paraná (tramo argentino,
Confluencia – Río de la Plata) es otro estrepitoso fracaso por impericia e
internas políticas: En 2017: El ministerio de Transporte creó la “Unidad de
Proyectos Especiales” y permitió que la Bolsa de Comercio de Rosario y la
Cámara de Puertos Privados, diseñaran el proyecto licitatorio de la Vía
Navegable Troncal (VNT), estas hicieron una licitación privada para la consultoría
del proyecto que luego presentaron a dicho Ministerio. Experiencia que terminó
en la nada misma.
Entre diciembre de 2019 y abril de 2022 el ex Presidente
Alberto Fernández firmó cuatro Decretos 949/2020 – 427/2021 – DNU 556/2021 y
120/2022. El Ministerio de Transporte publicó 2 Resoluciones (152/21 y 308/21).
La Administración General de Puertos, dos Resoluciones (136/2021 y 152/2021). 8
actos administrativos en 4 años, la concesión a cargo de la AGP que generó pérdidas
por $9.407.526.157 (ver artículo 3° - Resolución 95/2023 del Ministerio de
Economía de la Nación).
El desconocimiento de algunos funcionarios, se expresa en el
proyecto de Ley Ómnibus que el nuevo gobierno envió al Congreso, genera dos
nuevas preocupaciones: la apertura del caladero pesquero en el mar argentino
(afecta, tripulación buques y descargas en puertos nacionales) y la liberación
del transporte de hidrocarburos que destruirá la flota hidrocarburifera argentina
y con ella la desaparición total de nuestra marina mercante.
Juan C. Donato
Consultingweb: https://sites.google.com/view/juancdonatoportmanagement/home
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