Hidrovía Paraguay Paraná : Experiencias de la Crisis Hídrica, de Cara Próxima Licitación de Dragado
En agosto de 2021, un grupo de productores correntinos, me encargó un trabajo de consultoría para transportar 200.000 toneladas de granos correspondientes a la zafra 2021/22, desde el Puerto de Itá Ibaté al Puerto de Santa Fe. La operación no se pudo concretar, principalmente por la histórica bajante del Río Paraná que impedía operar convoyes con más de 8 o 10 barcazas y además la ralentización de la carga por el ir y venir del remolcador, entre otras cuestiones operativas que hicieron imposible la reducción de costos por tonelada transportada con respecto al camión.
Sabemos
que en esta profesión siempre hay que mantener el contacto con los potenciales
clientes y fue así que dos empresas que en aquel momento participaron del
proyecto Itá Ibaté, refenciaron mis aptitudes y CV, a un grupo agrícola que necesita
un informe de situación actual y proyecciones de dragado; en algún lugar del
Paraná para anexar a un proyecto de inversión del cual por razones de
confidencialidad no daré mayores indicios.
He
terminado el proceso investigativo para la recolección de datos duros e información
técnica respaldatoria para consolidar el informe que se me encomendó y
aprovecho la oportunidad para compartir algunas reflexiones de cara al
inminente proceso licitatorio de dragado Río Paraná, tramo Confluencia – Zona
de Aguas Profundas Naturales en el del Río de la Plata exterior:
Bajante Histórica y Crisis Hídrica
A fines de 2019, el Río Paraná comenzó a evidenciar una bajante progresiva que en junio de 2020 se transformó en la más importante de los últimos 77 años. Así se la denomina en el primer párrafo del Decreto 482/2021, publicado en Boletín Oficial el 26 de julio de ese año que declaró la emergencia hídrica en toda la cuenca (3 millones de km2) y para ello se respalda en los informes del Instituto Nacional del Agua (INA) que toman como parámetro la última gran depresión del río en 1944, que está siendo superada.
Leer
hoy el archivo de planillas de determinantes emitidas por la Subsecretaría de Puertos,
Vías Navegables y Marina Mercante, ayuda a entender la magnitud de dicha
crisis. Días donde se tomaron datos de profundidades alarmantes, por ejemplo (
-0,45 mt) frente a la ciudad de Paraná, (-0.20 mt) en Diamante o lo sucedido en
el puerto de Rosario el 20 de julio de 2021 cuando el hidrómetro ubicado allí
marcó 0.04 metros. Las complicaciones no daban respiro, las varaduras de buques
se incrementaron en 31,25% con respecto al promedio de los últimos 10 años,
informaba la Bolsa de Cereales de Rosario y a su vez reflejaba la preocupación
del sector por los costos extraordinarios generados por esos incidentes.
También la Prefectura Naval
Argentina, tuvo centralidad y profesionalidad, emitiendo sucesivas comunicaciones
de alerta, atendiendo la seguridad de la navegación, mediante actos
administrativos como la Disposición DI-2020-66-APN-PZBP#PNA - del 26/10/2020
que estipuló, con carácter transitorio un límite de velocidad máxima de 9 nudos
para todo tipo de buques, permitiéndose incrementar hasta un 6% en el tramo
comprendido entre los kilómetros 406 al 435 del Río Paraná.
El trabajo de la empresa Jan De Nul denota una marcada dualidad: Acertado abordaje de la crisis hídrica (2019/2022) aumentando la cantidad de equipos en operaciones y a la orden, sondajes y relevamientos batimétricos continuos para posicionar dragas en pasos críticos y prontitud ante imponderables e imprevistos que por esos días se multiplicaban.
La
escasa corriente producía sedimentación súbitamente y en cualquier parte,
creando bancos de arena donde no debía haber. Administraciones portuarias y
cámaras de practicaje reconocieron los esfuerzos de la empresa dragadora por
mantener niveles de profundidad que garantizaron la navegación en un contexto de
presión constante, que durante 2021 y mitad de 2022 registro un
promedio general de bajante – 1,09 por debajo del 0.
Las
planillas de determinantes y alturas hidrométricas a partir de julio 2023, muestran
una prestación muy diferente, donde se constatan profundidades inferiores a los
9,50 metros en algunos tramos donde debería haber 11.50. Columnas de
observaciones cargadas con alertas por reducciones de márgenes, ajustes de
traza y precauciones que presumen deficiencia en el dragado por parte de la empresa
belga.
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Juan C. Donato
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